Madres… diferentes percepciones

Mercedes Acuña Bejarano - Mamá

Como hemos arrancado la semana totalmente volcados en el tema «polémica Samanta Villar» como muchos titulares dicen…

Creo que no debemos ser alarmistas es una percepción, un sentimiento, una sensación, etc… de cómo una persona vive su maternidad, no por ello es peor madre que ninguna ni tenemos que tacharla de «no sabe lo que dice» «mala madre» o un sin fin de adjetivos que no me atrevo a escribir porque dañan la vista y los valores que me han inculcado desde bien pequeñita. Ante todo tolerancia, empatía y educación señores educación. Podemos opinar de todo aquello que es público y está a nuestro alcance pero siempre sin faltar al respeto y partiendo de la base principal educativa que nos enseñan desde que tenemos uso o el poco uso de razón que tienen algun@s.

Yo soy mamá, trabajo dentro y fuera de casa, al igual que mi pareja y a mí me han educado desde una base más «conservadora» (por decirlo de alguna manera…que no suene feo) en el que la mujer cuida de sus hijos, su casa, su marido, todo… y en el que el «papá» es el que trabaja para sostener la economía familiar y cuidar de dicha estabilidad. Y no por eso yo soy igual ni pienso igual, pero lo respeto y empatizo con la manera en la que a mí me educaron porque me enseñaron que todos los patrones son posibles y respetables, en el que yo puedo elegir que hacer, cuándo, cómo, dónde y con quién…

Yo elegí ser mamá siendo trabajadora, me siento orgullosa de ello, de poder hacer ambas cosas y poder combinar mi vida personal y profesional, pero he de reconocer, admitir y ver que no ha sido nada fácil, que mi recuerdo ha seleccionado bien los momentos y me he quedado con todo lo mejor que me ha ofrecido la maternidad, pero en el subconsciente de mi memoria queda aún recuerdo de aquellas noches en vela, cuando están malillos y no paran de llorar y reclamar brazos, aquellas mañanas en las que maquillarme y peinarme suponía para mí un esfuerzo extra que no sabía si podía permitirme porque me fallaban las fuerzas de los brazos para levantar la brocha y hacer la línea del ojo lo mejor posible, aquellos días en los que volvía al trabajo sin haber probado bocado porque no me había dado tiempo a terminar de dar de comer a los peques, recoger y volver a llevarlos con la «abu» o a la guarde….

Entonces cuando leo titulares y pienso en Samanta Villar  cuando dice:

«es que no hay obligación de ser madre», digo pues claro que no! Cada persona elige lo que quiere hacer y no por eso tiene que ser «sacrificada» o «tirada a la hoguera».

Cuando ella confirma «el embarazo y el parto no es un camino de rosas» yo digo… Pues evidentemente no, cada persona es un mundo y a todas nos duele lo nuestro y nuestras cosas y dice la verdad… porque no creo yo que todas las mamás que «opinan negativamente» hayan tenido un parto maravilloso sin una pequeña pizca de dolor y se hayan ido a casa bailando salsa porque podían hacerlo perfectamente…

Porfavor, vamos a ser realistas es un libro de percepción, sentimientos y experiencia en el que ella ha plasmado su visión, vamos a ser coherentes con nosotros mismos, vamos a empatizar con el exterior a ayudarnos y a ver que hay cosas muy  bonitas de lindos colores pero que en determinados momentos todos tenemos el color negro por algún lado y aunque sea elegante… (en otros contextos) siempre tenemos días malos, que se compensan con mil cosas pero a cada uno nos compensa de manera diferente.

Si realmente queremos cambiar algo de este mundo que nos rodea, tenemos que empezar a ser más amables con los demás y a ver todos los puntos de vista sin «machacarnos»

Viva las mujeres que deciden ser mamás pero también Viva por aquellas mujeres que deciden por decisión propia a no serlo, que unos chupetes no sean un arma de guerra entre nosotras.

 

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